Jorge Chávez Noriega

Carolina Salvatore supo que quería ser periodista deportiva cuando tenía 12 años. En su natal Mar del Plata, llegaba cada verano a las concentraciones de los clubes más populares de su país, Boca Juniors y River Plate, que en aquella época hacían su pretemporada en esta ciudad bañada por el Atlántico. Al igual que ella, cientos de adolescentes soñaban con sacarse una foto con Hernán Crespo, Ariel Ortega o Gabriel Batistuta. Había que tener alma de ‘paparazzi’ y la paciencia de un detective para lograrlo. En Argentina, el gigante sudamericano tres veces campeón del mundo, el fútbol se juega con los pies, pero se vive con el corazón desde temprana edad. Carolina creció rodeada de esa pasión y trazó su camino: estudió Periodismo, hizo una beca en la agencia EFE y, por esos azares del destino, llegó al Perú para ser reportera de un programa dominical. “Siempre he sido bien mandada. Lo que hice fue escribirles a varios directores de medios acá en el Perú, hasta que me respondieron. En principio iba a venir por solo tres meses, pero al final me quedé trece años ininterrumpidos”, cuenta.

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