El déficit de hormona de crecimiento es una afección de naturaleza congénita o adquirida que se caracteriza por la ausencia total o parcial de dicha hormona en plasma, según la Universidad de Navarra.
El déficit de hormona de crecimiento es una afección de naturaleza congénita o adquirida que se caracteriza por la ausencia total o parcial de dicha hormona en plasma, según la Universidad de Navarra.
Isabella Jugo Escate

Según la Clínica de la Universidad de Navarra, el cual se caracteriza por la ausencia total o parcial de dicha hormona en plasma, puede ser natural o adquirido. Esta afección se produce cuando existe un fallo en la hipófisis, en el hipotálamo o en la vía que une el hipotálamo a la hipófisis. Debido a que es una condición que puede ser adquirida durante el desarrollo del niño, a continuación, te compartimos las posibles causas por las que puede generarse.

Para establecer correctamente el concepto, el Dr. Oscar Espinoza, médico endocrinólogo pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño, indicó que el suele ser diagnosticado durante la niñez. “En relación a la edad, es algo muy relativo. Los dos primeros años del pequeño conforman una etapa muy sensible del crecimiento y, si no se le alimenta correctamente, puede adquirir ciertas enfermedades que ocasionen que su avance se detenga”, resaltó.

Por ello, debemos tener en claro que el crecimiento del niño durante sus primeros años depende de una correcta nutrición. “Hasta los dos primeros años, si hay una buena nutrición y lactancia, el niño crecerá adecuadamente en adelante”, añadió el experto.

¿Cómo identificar el déficit de crecimiento?

En primer lugar, el Dr. Espinoza señala que, para un diagnóstico temprano, los padres deben llevar a sus hijos, al menos dos veces al año, a sus evaluaciones rutinarias “El niño no debe ir únicamente porque está dolorido o resfriado, sino que debe ir porque es necesario ese monitoreo de talla y peso, el cual permitirá que se le ubique en la tabla de crecimiento”, aclaró.

Patricia Rondón, endocrina pediatra de SANNA Clínica San Borja, indicó que, durante estos controles, se podrá identificar si el niño se encuentra debajo de la curva de crecimiento.

En ese sentido, la Clínica de la Universidad de Navarra hace énfasis en que los niños que padecen de déficit congénito de GH presentan peso y talla en rango normal al nacer. No obstante, esta afección se puede producir en los primeros cuatro años de vida, donde la talla suele alterarse a partir de los 3-6 primeros meses de vida.

Síntomas, según la Universidad de Navarra
Talla baja
Hipoglucemias
Inmadurez
Baja autoestima
La alimentación es sumamente importante ára el desarrollo.
La alimentación es sumamente importante ára el desarrollo.

¿Qué puede estar ocasionando un déficit de crecimiento en mi hijo o hija?

El especialista del INSN afirmó que la causa más común Sin embargo, también existen otros motivos, como “Las redes sociales han generado que los jóvenes se duerman más tarde, sin saber que la liberación de la hormona de crecimiento se lleva a cabo durante el descanso”, aclaró.

Por otro lado, algunas condiciones también pueden ser la causa del bajo crecimiento. La Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford recalca que, entre ellas, se encuentran el daño cerebral, tumor cerebral o radioterapia en la cabeza.

Patricia Rondón resalta que también es una afección que puede generarse por la talla baja familiar, es decir, cuando los padres no poseen una estatura elevada. “Es una de las causas más frecuentes”, agregó.

En adición a ello, la Universidad de Stanford enumeró algunas de las causas más comunes de los trastornos del crecimiento:

  • Retraso constitucional del crecimiento y el desarrollo puberal: Significa que un niño tiende a ser más bajo de lo normal y que ingresa a la pubertad más tarde que el promedio. Estos niños tienden a desarrollarse normalmente y alcanzar su estatura habitual en la adultez.
  • Enfermedades que afectan a todo el cuerpo: Como se mencionó previamente, incluye la desnutrición, enfermedades del sistema digestivo, enfermedades del riñón, enfermedad del corazón, enfermedad pulmonar, diabetes o tensión severa crónica.
  • Enfermedades endocrinas (hormonales): La hormona tiroidea es fundamental para el crecimiento normal de los huesos. La glándula pituitaria en la base del cerebro segrega varias hormonas, como la hormona del crecimiento. La deficiencia de la hormona del crecimiento puede ser resultado de lesiones en la glándula pituitaria o el cerebro.
  • Retraso del crecimiento intrauterino (IUGR): Cuando el crecimiento de un bebé en el útero se desacelera, lo cual puede darse debido a múltiples factores, como fumar durante el embarazo o carecer de atención prenatal.
  • Trastornos genéticos: Esto incluye el síndrome de Turner, y la acondroplasia.

¿Qué tratamientos se pueden llevar a cabo?

La especialista de SANNA Clínica San Borja aseveró que se, para encontrar un tratamiento, se deben identificar los factores, principalmente “Además, se tienen que evaluar otros aspectos, como las enfermedades crónicas, por ejemplo”, agregó.

Luego de eso, la Escuela de Medicina de Stanford sostiene que el pediatra debe tomar en cuenta la edad y el estado general de salud del niño para recomendarle un tratamiento. Este proceso suele realizarse con inyecciones diarias de hormona del crecimiento sintética. Los resultados se ven aproximadamente a los 3 o 4 meses de iniciado el tratamiento.

A pesar de ello, es importante resaltar que no todos los niños responden bien al tratamiento con hormonas. Para conocer los resultados, se realiza una reevaluación diagnósitca, donde se concluirá si el tratamiento continúa o no, pues puede seguir en la vida adulta a dosis más reducidas.

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