José Larrabure

La legislación peruana en materia tributaria es bastante favorable para las inversiones personales locales, ya que los ingresos relacionados están gravados apenas con una tasa del 5%. A diferencia de las locales, las rentas de fuente extranjera están gravadas con una tasa del 30%, sin embargo, incorporar activos del exterior a una cartera de inversiones local es muy positivo, ya que permite diversificar el riesgo y acceder a una gran cantidad de alternativas de inversión que no están disponibles localmente. Adicionalmente, el costo tributario de las rentas del exterior puede reducirse de manera importante con una adecuada planificación.

Las rentas que suelen generarse en un portafolio de inversiones pueden ser de tres tipos: intereses, dividendos y ganancias de capital. Algo muy importante en la planificación tributaria es saber que los impuestos se pagan cuando los ingresos se realizan, es decir, para el caso de los intereses y dividendos cuando estos se reciben/distribuyen y las ganancias de capital cuando el activo es vendido.

Teniendo esto claro, existen diversas estrategias que pueden ayudar a mitigar el costo tributario de invertir en el exterior. Uno de estos es utilizar la plataforma de la Bolsa de Valores de Lima (BVL), en la cual están listadas un número importantes de acciones y ETF extranjeras que pueden ser operadas a través de la BVL pagando únicamente una tasa de 6,25% al contar con este beneficio por formar parte del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA).

Otra alternativa interesante para quienes no necesitan recibir un flujo periódico de sus inversiones son los ETF de renta fija inscritos en Europa, también denominados “UCITS Acumulativos”, que son canastas de bonos que reinvierten los intereses que se van pagando en los mismos ETF, lo cual permite diferir el pago de impuestos hasta el momento en que se decida vender.

La posibilidad de diferir el pago de impuestos es clave dentro de la planificación tributaria ya que la regulación local permite compensar las ganancias o ingresos de fuente extranjera con las pérdidas en esos mercados. Por lo tanto, un inversionista puede esperar a vender/realizar ganancias en un activo hasta el momento en que pueda compensarlas realizando pérdidas en otras inversiones y así reducir los impuestos por pagar en ese año. Existe una gran cantidad de estos ETF que están listados en la BVL y por ende pagan apenas 6,25% sobre sus ganancias.

A nivel de fondos mutuos locales también existen muchas opciones que invierten en acciones o bonos en mercados extranjeros, pero al estar domiciliados localmente, pagan 5% sobre las ganancias realizadas. Si bien no son la opción más económica en términos de comisiones, son una alternativa bastante eficiente desde el punto de vista tributario. Estos fondos son una opción muy recomendable para personas que no tienen mucha experiencia en inversiones y que no quieren complicarse la vida con el manejo de un portafolio de inversiones directas en acciones, bonos y fondos.

Mas allá de las implicancias tributarias, invertir en el exterior requiere mayores complejidades operativas, como, por ejemplo, la necesidad de llevar un control de los ingresos y pérdidas que se van generando durante el año y luego presentar una declaración anual de impuestos. Debido a esto, es importante contar con el apoyo de asesores en temas de inversiones e impuestos.