Establecer un horario nos proporciona una mayor sensación de control de nuestra vida, de manera que, nos sentimos capaces de poder gestionar todas las tareas y actividades que tenemos pauteadas, lo que repercute positivamente en nuestra productividad y desempeño.
Establecer un horario nos proporciona una mayor sensación de control de nuestra vida, de manera que, nos sentimos capaces de poder gestionar todas las tareas y actividades que tenemos pauteadas, lo que repercute positivamente en nuestra productividad y desempeño.
Milenka Duarte

Actualmente, nos encontramos tan atareados, pues día a día somos desafiados por el en el que se moviliza el mundo, motivo por el que muchas veces podemos sentirnos abrumados. Sin embargo, gracias a que somos seres de costumbres, a pesar de enfrentarnos permanentemente al cambio, requerimos de rutinas o para seguir inmersos en él y de alguna forma u otra, garantizar nuestra supervivencia. Desde luego, un mecanismo que solemos emplear los seres humanos para poder tener esa capacidad de , la cual nos permita disfrutar de cierta comodidad y consistencia, es el establecer.

¿Cuáles son los beneficios de tener un horario?

Definitivamente, es clave que tengamos algún tipo de esquema diario, el cual nos trasmita cierta claridad, pues si bien el mundo puede ser muy caótico y exigente, si nosotros estamos preparados y hemos interiorizado todo aquello que necesitamos llevar a cabo, ya sea durante nuestra jornada laboral o nuestra vida personal, si duda, ello nos va a permitir tener una mayor capacidad de gestión del estrés. Cabe señalar que, por lo general este aumento de cortisol y adrenalina que sufre nuestro cuerpo producto del distrés, muchas veces surge por, esos pensamientos recurrentes sobre si seremos capaces de cumplir con todas nuestras responsabilidades, desencadenando un sinfín de respuestas emocionales y fisiológicas. No obstante, cuando hemos realizado una buena planificación, esta sensación que nos consume, disminuye sustancialmente.

Adicionalmente, el contar con un horario mejora notablemente nuestra productividad, puesto que al administrar mejor nuestro tiempo y priorizar nuestras diversas tareas, tenemos una visión más clara de qué cosas debemos hacer, además de cuándo debemos realizarlas. En efecto, tener una agenda nos impulsa a planificar y organizar nuestras actividades previamente, lo que nos ayuda a evitar la procrastinación y a emplear nuestro tiempo de una manera más eficiente.

De igual manera, el establecer un itinerario nos brinda una sensación de control, es decir, nos permite ser dueños absolutos de nuestras vidas, proporcionándonos un mayor equilibrio entre nuestras responsabilidades y ciertas actividades que guardan relación con hábitos más saludables, como realizar ejercicio de forma regular, preocuparnos por una buena alimentación, destinar parte importante de nuestro tiempo para lograr una calidad de sueño y todo aquello que nos aporta bienestar.

¿Qué podemos hacer para que nuestro horario funcione?

En primer lugar, creo que es importante considerar que, el horario tiene que ser personal, pues cada uno de nosotros somos un mundo completamente diferente, ya que tenemos diversos deberes, así como diferentes maneras de gestionarlos. Por esta razón, es fundamental que siempre orientemos el horario hacia nuestras principales necesidades, pero también a nuestras capacidades.

Tener un horario nos permite lograr un equilibrio entre nuestras responsabilidades y actividades de autocuidado, lo que nos proporciona un mayor bienestar.
Tener un horario nos permite lograr un equilibrio entre nuestras responsabilidades y actividades de autocuidado, lo que nos proporciona un mayor bienestar.

Por consiguiente, te presento algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta al momento de establecer tu propio horario, los cuales creo que pueden aportar positivamente al éxito del mismo.

Autoconocimiento

Probablemente, pueda ser un tema un tanto repetitivo; sin embargo, el autoconocimiento es uno de los componentes-si no el más importante- de nuestro desarrollo personal, puesto que si no somos capaces de conocernos, no vamos a poder identificar qué es lo que nos funciona a cada uno de nosotros. En principio, nos permite establecer metas claras, pero también a reconocer nuestro propio ritmo, es decir, saber cuáles son nuestro picos y momentos más significativos de energía y concentración, lo cual no permitirá priorizar las tareas de acuerdo a nuestros períodos de mayor productividad a lo largo del día. Claramente, existen tareas simples y complejas, razón por la que sería conveniente, colocar aquellas que demanda una mayor presencia de las funciones cognitivas y esfuerzo, cuando gozamos de más energía.

Tiempos específicos

Como dice el famoso dicho: “quien mucho abarca, poco aprieta”. Ciertamente, si nos dedicamos a realizar varias tareas de forma simultánea, no cabe duda que, esto va a impactar en la calidad del resultado final, pues somos más eficaces y eficientes cuando nos centramos únicamente en una sola actividad a la vez. Por ello, debemos aprender a gestionar bien nuestro tiempo, lo cual requiere que dividamos nuestro horario en bloques de tiempo y que cada período sea destinado a una sola tarea, con el fin de que logremos enfocar nuestra atención a un solo estímulo.

Autocuidado

Como señalé previamente, no se trata de solo enfocarnos y destinar tiempo en las responsabilidades que hemos asumido, sino también en actividades o momentos para nosotros y nuestro crecimiento personal. Por supuesto, es crucial reservar un espacio para todas aquellas cosas que nos aportan bienestar y salud, ya que no podremos observar el éxito de nuestra organización y planificación si es que no buscamos establecer un equilibrio entre el deber y nuestro autocuidado, lo cual finalmente nos permitirá ser más productivos y tener un mejor desempeño.

Retroalimentación

Al estar sumergidos en un mundo que está en constante cambio, es necesario que nosotros aprendamos a aceptarlos y adaptarnos a ellos, pero también debemos estar en permanente análisis y evaluación. En otras palabras, no podemos conformarnos con lo que ya hemos establecido, siempre debemos ir realizando mejoras y medir si efectivamente estamos logrando nuestras metas y si este se ajusta a nuestras necesidades. Por este motivo, es importante que seamos flexibles y conscientes de cuándo se requiere realizar modificaciones a lo ya pauteado.

Si bien los horarios y las rutinas nos permiten determinar una serie de acciones que vamos a llevar a cabo en una fecha y hora determinada, es importante que tengamos una mayor apertura al cambio, puesto que tanto en nuestra vida personal como laboral puede presentarse imprevistos, los cuales generan un cambio de planes, por lo que si no somos lo sufricientemente capaces de sobrellevarlo, nos va a resultar más difícil alcanzar esa seguridad, equilibrio y bienestar integral que tanto anhelamos.

¡Comparte energía positiva! ¡Únete a la comunidad Bienestar en Discord y descubre un lugar lleno de apoyo y motivación! Conecta con personas interesadas en la salud mental y física en un mismo espacio. Unirse es súper fácil. Hazlo a través del .

es periodista y psicóloga por la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

Contenido sugerido

Contenido GEC